domingo, 3 de abril de 2011

Corredor izquierda del Alhorí 03-04-2011

El otro día, bajando del Alahorí, le comentaba a mi compañero de cordada que hace unos pocos años, la primera vez que subí el Picón, al mirar el imponente muro del circo del Alahorí, el miedo y el vértigo me encogían el corazón al tiempo que pensaba que sólo personas más audaces que yo serían capaz de franquearlo.  Conforme, acepté que sería una más de esas vivencias que pasan engrosar la lista de nuestros sueños imposibles. Sin embargo, como dice la canción: “…la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…”

Así que el 3 de abril, a esos de las once de la mañana, ahí estaba yo, en el circo del Alhorí, junto a mis dos compañeros de excepción, Jordi y Rafa, mirando hacia arriba, hacia esos 200metros de verticalidad, transformados en, al menos, otras tantas hormigas deambulando por mi estómago (sí, lo reconozco, soy de acongojo fácil).

En rojo la ida, en verde la vuelta, los redondeles las reuniones…



Y ahora de lado, para los frikis del 3d:

Y esta para quienes quieran observar las condiciones de la vías de cerquita

El acercamiento se hizo largo (bueno yo soy de la opinión de que cualquier paseo con 12 o 14 kilos a las espaldas y hundiéndote en la nieve, no se HACE largo, sino que ES largo y punto)


Mis compañeros de batalla en el cono de deyección (¿lo he dicho bien?):

Ese máquina de Rafa, que me subió a coscoletas… vamos que fui chupando más rueda que Perido Delgado cuando le daban aquellas pájaras en el tour… vamos que fui de paseo… vamos que de segundo.

Lo bueno de ir de segundo es que uno puede entretenerse bastante echando fotos, hacia abajo…

…y hacia arriba

Claro, que el que tiene mérito es Jordi, que pasó de asegurarse (las condiciones lo permitían) y encima, se puso a echar fotos:




Reu al canto:

El del estilo técnico y depurado que se ve abajo soy yo

Mu profesional

Ala, Jordi, posa, que este es pa recuerdo

Detalle de anclajes (no salían ni a martillazos)





Ese Jordi, que parece que hasta volaba, a eso lo llamo yo estilo aéreo



Sin nadie que estrope el paisaje (huella dejamos eh!)

Y ese peaso Rafa, que no me dejó sólo ni en la salida

San asegurador, uno de mis santos preferidos



Por ahí subimos
Pa morirse del gusto




Encontramos nieve que permitía introducir los crampones unos diez centímetros a lo largo de todo el corredor. Sin hielo. Para la bajada, mucho cuidadín, con estas temperaturas no es difícil dar refrescarse las ingles.
Una semana antes estuvimos cerca del Almirez, por el Arroyo del Rosal (a ver si subo el repor) y las condiciones de la nieve hacen que tengamos que despedirnos de la zona almeriense hasta la próxima temporada, una penita…          

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