martes, 18 de octubre de 2011

Con buena pinta

Aquí iré recopilando materiales que me gustan o me han llamado la atención, algunos por su novedad, algunos por su ligereza, otros por su dureza, otros por su equilibrio, etc.

Mochilas

La he probado sólo en la tienda, pero las sensaciones fueron inmejorables, sobre todo en adaptación a la espalda y transmisión de la carga a las caderas (también en 42ltr):

salewa peuterey 32
Cuando tienes que hacer una aproximación de varios días necesitas un mochila de carga, pero el día de escalada te vendría de perlas una mochila ligera, ¿que hacer?. Este modelo de North face, puede ser una solución, sus 350gr ocupan y pesan poco en la mochila de carga y a cambio, tienes otra mochila, ligera y técnica, para el día de escalda:

North face verto 26

Cintas expres
Probadas, excelentes en todos los sentidos:
DMM pro wire qd
Resistencia kN
Gatillo cerrado
Gatillo abierto
Eje menor
Apertura gatillo (mm)
Peso
grs.
24
8
8
25
78

Para los adictos a aligerar el equipo (sin probar)
CAMP nano 23

Resistencia kN
Gatillo cerrado
Gatillo abierto
Eje menor
Apertura gatillo (mm)
Peso
grs.
20
7
7
21
53


domingo, 26 de junio de 2011

Frison-Roche, Roger, El primero de la cuerda, ed. Barrabes



                Una entretenida novela, clásico entre los clásicos, sobre la forma en que se vivía el alpinismo en Chamonix a principios de los años 20. Centrada en la vida de un joven que siente la pasión de la montaña, puesta a prueba por la tragedia. Romántica, heróica, algo ingenua y con encanto, muy recomendable para los amantes de los valles y las crestas.

Toño Guerra, Escalda deportiva segura, 2007, Desnivel

               


                Es un mini manual de escalada deportiva en 60 mini páginas. Actual y cercano, elemental y didáctico. Repasa casi todo lo que debe saberse sobre la escalada deportiva y algo más, sin dejarse nada de importancia, sin irse por las ramas, sin enrollarse, y lo hace de forma muy clara, excelentemente acompañado de ilustrativas fotografías.

                Luego podrás ampliar tal o cual cuestión pero si consigues aprender todo lo que contiene este “librito” tu formación tendrá unos cimientos dignos de envidia.

Aviso: no es un manual para “subir de grado” sino para escalar más seguro.

                Habla de:
-          material
o   descensores – aseguradores
o   anclajes
o   cuerdas
o   arnes y cintas
-          cuerdas
o   tratamientos
o   medidas
o   fuerza de choque
o   nudos
-          vías de un largo
o   peligro de chapas alejadas
o   guiado de la cuerda
o   chapaje correcto
-          reuniones
o   tipos
o   triángulo equallete
-          vías de varios largos
o   caídas de factos 2
-          rapel
-          trucos
 

martes, 3 de mayo de 2011

Gestión de la temperatura corporal en los deportes de montaña



1.       Gestión de la temperatura corporal en los deportes de montaña

1.1.    Consideraciones previas

A este tema, el de la temperatura corporal, llegué indirectamente, o mejor dicho, me abocó mi  preocupación por entender como funciona la vestimenta en la práctica del alpinismo. No tarde en darme cuenta de que éste es el verdero inicio del camino y de que ninguna reflexión sobre la indumentaria en la montaña puede plantearse, con rigor y profundidad, sin partir de una comprensión, al menos básica, de los mecanismos por los que nuestro cuerpo genera y pierde calor.

                 Así que antes de preguntarnos si la pluma da más calor que la fibra y si el polipropileno es mejor que el algodón habrá que responder a la pregunta primigenia: ¿para que nos vestimos?

                Dejando a un lado el pudor (y la higiene), la principal razón de vestirnos es la comodidad (que puede convertirse en necesidad). Y esta comodidad no es otra que la que se obtiene de mantener estable nuestra temperatura corporal. Por eso, cuando hace frío nos abrigamos y cuando hace calor nos desvestimos.  Todos, de forma intuitiva, modificamos nuestra vestimenta para mantenerla acorde a nuestras necesidades térmicas. Los montañeros y alpinistas no hacen sino seguir esta pauta universal.

                He aquí la razón por la que la vestimenta de montaña debe explicarse, exponiendo primero los mecanismos por los que nuestro cuerpo genera y pierde calor, porque la vestimenta “no funciona” por sí sola, su idoneidad, su conveniencia, viene determinada por las demandas térmicas de nuestro organismo:

1.2.    Temperatura corporal

            Lo primero que cabe señalar es que temperatura y calor no son sinónimos. La temperatura es una magnitud que indica la capacidad térmica de un cuerpo, es decir, su capacidad para dar o recibir calor; el calor es una energía. Nosotros tenemos una temperatura y ganamos o perdemos calor.

            La segunda apreciación necesaria es que el cuerpo humano posee una temperatura interna, constante y fuertemente regulada, y una temperatura cutánea de los tejidos periféricos que puede oscilar más ampliamente.
El cuerpo humano, que es muy sabio, tiene una gran capacidad para mantener el organismo a una temperatura interior constante, entre 36.5 y 37.5, con mínimos márgenes de variación. Es lo que se conoce con el nombre de control homotérmico. Este control de la temperatura se consigue jugando con los mecanismos capaces de elevarla o disminuirla.

¨       Los primeros son los llamados mecanismos termogénicos:
·         Física: actividad muscular y descenso del flujo sanguíneo periférico.
·         Química: de origen hormonal y reacciones metabólicas
·         Factores ambientales.

¨       Los segundos reciben el nombre de mecanismos termolíticos:
·         Pérdida cutánea (por conducción, convención, transpiración y radiación);
·         Pérdida respiratoria y
·         Factores ambientales.  

¨       Los factores ambientales que afectan a la temperatura corporal son:
·         El sol
·         El viento
·         La humedad

Si bien la gestión de estos mecanismos condiciona en gran medida la práctica deportiva en general, se vuelve de vital importancia en la  práctica del montañismo invernal, dónde el frío puede pasar de ser un incómodo compañero a convertirse en un enemigo letal.

De ahí, la importancia de conocer la dinámica de la pérdida y ganancia de calor corporal así como la manera de incentivar una y atenuar otra, en función de nuestras necesidades.
2.3. La piel

1.3.    La piel


La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Es un enorme intercambiador térmico cuya dinámica adquiere para los montañeros una importancia capital.

1.3.1. Transmisión del calor metabólico a la piel

El calor producido en el interior de los tejidos durante el ejercicio llega a la piel por dos medios:
Conducción: La diferencia de temperatura entre el interior de nuestro cuerpo y exterior hace que el calor se desplace hacia fuera, hacia la piel.
Convección: La sangre se calienta en el interior de nuestro cuerpo y al pasar por las zonas externas les trasmite ese calor. Esto explica porque cuando nos exponemos a bajas temperaturas el cuerpo se defiende cerrando los vasos sanguíneos periféricos, reduciendo así la pérdida de calor corporal. Es lo que se conoce con el nombre de vasoconstricción. En principio provoca adormeciendo de la zona y falta de sensibilidad pero el enfriamiento puede desarrollarse hasta terminar congelando los tejidos.

1.3.2. Pérdida cutánea de calor

- Conducción: Se da cuando haya transferencia de calor  por contacto. El cuerpo más cálido transmite calor al otro.  Esto ocurre cuando nos sentamos en la nieve, agarramos el mango helado del piolet o sencillamente cuando hay contacto entre el aire y la piel.
            La conducción es más acusada cuanta mayor es la diferencia de temperatura. De ahí la importancia capital de la velocidad del aire, que retira la capa de aire cerca de la piel, que ya ha sido previamente calentado, y la sustituye por otra helada, con la consiguiente nueva pérdida de calor por conducción.
            Se calcula que, en condiciones normales, el 3% del calor que se pierde es por transmisión directa y el 15% por contacto del aire con la superficie de la piel.

- Convección: Es la trasmisión de calor a través de un medio líquido o gaseoso. Pensemos en una chaqueta abierta por el bajo que permite la entrada de una masa de aire frío desplazando la masa de aire caliente. De hecho, las cremalleras que permiten el paso de aire al interior de la prenda están pensadas para regular este mecanismo de pérdida de calor. En realidad es una perdida de calor indirecta por conducción.
La velocidad de perdida de calor por convección dependerá de la rapidez del movimiento de las moléculas de aire o agua en contacto con el cuerpo, otra razón de la importancia del la velocidad del viento.

- Transpiración: Es la trasferencia de calor por paso de líquido a gas. Es el principal mecanismo de pérdida de calor durante el ejercicio. Supone, en condiciones normales, el 22% del calor perdido, alcanzando el 80 cuando se realiza actividad.
            Pero independientemente de la pérdida por transpiración, las moléculas de agua depositadas sobre nuestra piel propician una gran pérdida de calor por conducción y convección. La pérdida de calor por conducción es 26 más rápida en el agua que en el aire.  De ahí la importancia de vestirnos con una primera capa transpirable que desplace esas moléculas hacia las capas exteriores. Igualmente importante es tratar de no sudar en exceso gestionando bien nuestra vestimenta.

- Radiación: Es la transferencia de calor entre dos sustancias sin mediar contacto, a través de ondas electromagnéticas, mayor cuanto más diferencia de temperatura. En reposo, es la principal causa de pérdida de calor cutáneo, sobre un 60%. Debe gestionarse ese calor de forma eficiente, reteniéndolo mediante la vestimenta o permitiendo su disipación. Cuando decimos que una ropa nos calienta, en realidad hablamos de su capacidad de retener el aire calentado por nuestro organismo, esencialmente, a través de la radiación.

1.4.    Mecanismo para reducir o aumentar el calor del cuerpo humano
               
El cuerpo humano, de forma instintiva, reacciona ante condiciones térmicas adversa y lo hace de dos formas diferentes:
¨       Mecanismo para reducir la pérdida de calor:
·         Vasoconstricción de los vasos cutáneos, el enfriamiento de la piel hace menos acusada la diferencia de temperaturas entre la piel y el exterior lo que redunda, como hemos visto, en menor transferencia (pérdida) de calor.
·         Piloerección (“pelo de gallina”) para atrapar una capa de aire caliente
¨       Mecanismo para aumentar la producción de calor:
·         Aumento de la secreción de tiroxina
·         Tiritar, que puede aumentar 4 o 5 veces la producción de calor.

1.5.    El frío que hace y el frío que sentimos, el efecto wind chil

            El cuerpo humano esta rodeado por un una fina capa de aire en la que se produce el cambio de temperatura, un puente térmico que va de los 32º de la piel a la temperatura que hay en el exterior.
            Como ya vimos el viento retira esa fina capa produciendo una mayor perdida de calor corporal y una sensación de frío más acusada. Es lo que se conoce por “sensación térmica” o efecto “wind chill”.
            Para saber más:

Tabla para calcular la sensación térmica por efecto del frío y el viento.

           


1.6.   Consejos para luchar contra el frío y congelaciones

§  Estar bien hidratado. Llevar te o caldo caliente. En caso de frío extremo, llenar la botella con agua caliente y en contacto con el cuerpo.
§  Comer pequeñas cantidades a menudo.
§  Evitar que los pies y las manos se entumezcan: dar palmadas, hacer el molinillo, dar pisotones y mover los dedos…
§  Llevar un par de guantes en el interior de la ropa.
§  Utilizar calentadores artificiales.

lunes, 2 de mayo de 2011

Textil: 2. La teoría de las tres capas, una nueva perspectiva

2. La teoría de las tres capas, una nueva perspectiva
                 “La teoría de las tres capas”, por su sencillez, ha demostrado su idoneidad desde el punto de vista pedagógico.  Sin embargo, puestas al microscopio, la diversidad de prendas que pueden englobarse bajo la denominación de “primera, segunda  o tercera capa”, no siempre ocupan esa posición en el orden de nuestra vestimenta.
                Así, por ejemplo, es usual vestir con una camiseta y un cortavientos o una chaqueta impermeable-transpirable, llevando en segundo lugar lo que tradicionalmente se considera una tercera capa. Tampoco es extraño colocarlos encima de toda la ropa, de cuarta o quinta capa, una chaqueta de plumas o fibras, que está catalogada como una prenda de segunda capa. La lista de “desencuentros” no terminaría nunca, porque, precisamente la mayor ventaja de seguir la teoría de las tres capas es la polivalencia que nos permite en nuestra vestimenta, variando las combinaciones en función de la  actividad y de las condiciones meteorológicas.
Sin embargo  es posible encontrar un común denominador a prendas tan dispares como las que se engloban bajo las definiciones de “primera, segunda y tercera capa”.  Y lo hacemos no atendiendo al orden de nuestras prendas sino atendiendo a la función que cumplen. Así, entendemos que el objetivo fundamental de una camiseta de manga corta, una de manga larga o la ropa interior es transpirar; el de un forro polar, una chaqueta de fibra y un mono de plumas es “aportar calor” y el de un chubasquero, un cortavientos y un poncho es aislarnos de la lluvia y el viento.
Somos conscientes de no haber descubierto la pólvora y de que los divulgadores de la “teoría de las tres capas” son los primeros en saber de estos extremos, que pueden ser tan acertados como poco pedagógicos. De ahí que al mismo tiempo que subrayamos su poca rigurosidad también nosotros defendemos el concepto de las “tres capas” como la mejor forma de informar al gran público sobre la vestimenta idónea para practicar el montañismo.
No obstante, aquí estamos para rizar el rizo, para profundizar y para intentar comprender, ya habrá tiempo y lugar para simplificar.
                Vamos a desarrollar la vestimenta de montaña acorde al siguiente esquema:
v  La primera capa o capa transpirable
Ø  Frío y Transpiración
Ø  La prenda ideal
§  Traspiración
§  Adaptación
§  Capacidad térmica
§  Olor

v  La segunda capa o capa térmica
Ø  Frío y retención del calor
Ø  La pluma
§  Pluma y plumón. Gansos, patos y ocas de Europa y Asia
§  Las cualidades de la pluma
§  La chaqueta de plumas
§  El saco de plumas
Ø  La fibra
§  Las cualidades de la fibra
§  La chaqueta
§  El saco

v  La tercera capa o la capa aislante
Ø  Frío y aislamiento
Ø  El cortavientos
Ø  La chaqueta con membrana impermeable-transpirable
Ø  El poncho





               

sábado, 30 de abril de 2011

Hoya del Portillo-Tajos Negros-Refugio vivac de la Caldera

MIDE
Hoya del Portillo-Tajos Negros-Refugio de la Caldera
Longitud:  8.94 km
Severidad del medio natural: 2
Horario: 3 horas 17 minutos
Orientación: 2
Desnivel de subida: 776 (alt. max. 3000)
Dificultad de desplazamiento: 2
Desnivel de bajada: 24
Cantidad de esfuerzo: 2
Tipo de recorrido: lineal



El paraje

                Nos encontramos en el corazón del Parque Nacional de Sierra Nevada. La ruta discurre por la loma que corona la máxima altura de la península ibérica, el Mulhacén. En la loma está situado también el refugio más conocido del parque: “El Poqueira”.
Nos movemos por terreno de alta montaña, que alterna valles, barrancos, cortados y riscos de espectacular belleza, siendo la meteorología una factor fundamental.

Los mapas



Los caminos

El camino “track” acaba a unos 15 minutos del Refugio de la Caldera por pérdida de señal.

Acceso
                La ruta se inicia en el área recreativa de la Hoya del Portillo. Para llegar hasta ella debemos atravesar la localidad de Capileira y continuar por una pista en buenas condicione durante unos cinco kilómetros.

Descripción de la ruta

En verano, el itinerario descrito, puede ser una buena opción tanto para acercarse al Refugio del Poqueira como al de la Caldera. En cambio, en invierno, el peligro de avalanchas, puede hacernos optar por otras vías más seguras.

Un buen croquis y descripción de los accesos a la zona pueden verse aquí: http://www.fedamon.com/refugios/poqueira/fotos_poqueira/plano_accesos.pdf

Sea como fuere, nunca estará de más informarnos de la situación de los accesos y de la meteorología llamando al Refugio del Poqueira.

La ruta que nos ocupa discurre al oeste de la gran Loma del Mulhacén, primero por sendero, para alcanzar más tarde la pista forestal que pasando por el refugio vivac de la caldera, bordea la cresta de la montaña y se dirige al Veleta.

Comienza la ruta por una estrecha y empinada senda que remontamos en dirección norte, para tras unos 30 minutos, al alcanzar un cortafuegos, girar a la izquierda en dirección oeste. Tras unos 300 metros empezamos a girar de forma  leve y continúa hacia la derecha, abandonando el pinar, abriéndose el paisaje y volviéndonos a encaminar hacia el norte.

Continuaremos en la misma dirección durante 1 hora y media hasta alcanzar un cruce de caminos, dónde debemos decidir si encaminarnos al refugio del Poqueira, bien visible a nuestra izquierda o remontar unos doscientos metros para coger la pista que nos llevará por una media ladera hasta el vivac de la Caldera.

Algunas fotos

Tras abandonar el pinar


Al coger la pista forestal


A media ladera


El refugio al fondo


Refugio vivac de la caldera